DR. HUGO SAID ALUME

El Dr. Alume, nació en Quines. Descendiente de inmigrantes sirio-libaneses, recibió de sus padres, David Alume y Elvira Fara modestos comerciantes de zona, las dos enseñanzas más importantes de su vida: comportarse de acuerdo a principios éticos y trabajar al máximo para lograr los objetivos que uno se propone cumplir, sin especular con recompensa alguna.
Está casado con Rosa Beatriz Dianti, quien es su colaboradora incondicional en todas las actividades que emprende.
Tiene una única hija, Verónica Elvira Alume de Carrillo, que siguió sus pasos, es Licenciada y Profesora de Psicopedagogía y es Médica habiéndose recibido en el año 2001.
Se especializó en radioterapia, una de las especialidades oncológicas.
En 2002 estaba haciendo una pasantía a través de una beca, que obtuvo por ser Diploma de Honor, en la Mayo Clinic de Rochester, Minessotta, Estados Unidos, uno de los centros Médicos más importantes del mundo, orientada hacia Oncología Clínica.
Realizó una investigación en hipertensión y sobre el desarrollo de la insuficiencia renal producida por una falla hepática.

Al hacerles estas preguntas el Dr. Alume respondió:
¿Cómo surgió su vocación?
Los motivos de mi vocación se debieron un poco al modelo de médico rural que era el doctor José Santos Ortiz. Yo lo acompañaba a ver a sus pacientes. A ello se sumó que, siendo muy pequeño tuve que ir a Buenos Aires por una enfermedad y allí me atendió la doctora Carolina Tobar García, quien era oriunda de mis pagos, mi querido Quines. Y en este punto me quiero detener, porque los puntanos tenemos el orgullo de que, de los tres hospitales neuropsiquiátricos de la Ciudad de Buenos Aires, dos llevan el nombre de profesionales de San Luis, uno Braulio Moyano, que es mercedino y el otro Carolina Tobar García.
Alguna anécdota
Una que me facilitó perder el miedo a los difuntos para poder estudiar medicina:
Mi padre prestaba un servicio un poco raro. En un camioncito el que llamaban “Chamamé” por lo corcoveador y saltarín transportaba, gratuitamente, a las personas que fallecían hasta el cementerio.
¿Va a San Luis cuando tiene tiempo?
Permanentemente voy a San Luis porque en Quines están mis hermanos.
A mi pueblo lo tengo presente, nunca me desconecté.
Mi paso por San Luis fue muy grato, conservo muchos amigos.
¿Tiene algún pasatiempo?
Recuerdo un concurso literario que organizó el profesor Plácido Horas para las escuelas secundarias, y se me otorgó un reconocimiento en 1955, porque mi inclinación secreta es escribir.
¿Qué significan para usted los premios recibidos?Los premios no son buscados, el premio es el resultado del compromiso en la tarea diaria y constante. Uno trata de mantener la paz con uno mismo, brindando todo lo que puede al enfermo para resolver su problema.

CURRICULUM:
Estudió en la Escuela Primaria Julio Argentino Roca. La directora era Lucía Magnano. Fueron sus maestras las señoritas Sila Mercado en 1ro. inferior, en primero superior la señorita Mayorga, en segundo grado Alba Díaz, en tercer grado Blanca Vallejos de Arce, en cuarto grado Alba Díaz, quinto grado lo rindió libre y en sexto grado al maestro Eduardo “Lalo” Rodríguez.
El secundario lo realizó en la ciudad de San Luis, en la Escuela Normal Superior Juan Pascual Pringles anexa a la Universidad de Cuyo, con el título de Maestro Normal Superior y Bachiller, con 6 años que le permitió el ingreso directo a la Facultad de Medicina.
Cursó su carrera de médico desde 1956 a 1961, con Servicio Militar incluído, en la Facultad de Medicina de la U.B.A.
Realizó su residencia quirúrgica desde 1961 a 1965 en el Hospital Miliar Central, luego ingresó al Hospital Enrique Tornú como médico concurrente, médico asistente, médico de hospital, Jefe de la División Cirugía Torácica, Jefe del Departamento de Cirugía del hospital, el más alto cargo asistencial.
Completó su formación quirúrgica en el Hospital Cedar of Lebanon de Miami con el Profesor Dr. Ebert Sugar Baker; en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y, realizó cursos de Oncología en San Diego y San Antonio (Texas), en Washington D.C., en Los Ángeles, en la Universidad de Wisconsin, en Madison, en Tampa (Florida), en Dallas y en Houston, como miembro activo de la Asociación Americana de Clínicas Oncológicas (ASCO).
En la actividad docente fue Director del Internado de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador.
En la Pontificia Universidad Católica “Santa María de los Buenos Aires” integró desde su fundación, el Instituto Universitario de Ciencias de la Salud, en 1971.
Fue fundador y primer director de la Escuela de Medicina de postgrado de la Universidad Jesuita de El Salvador, en 1976;
Entre otras actividades referidas a la Universidad del Salvador, creó la carrera de Cirugía Cardíaca, conducida por el Dr. René Favaloro y, la carrera de Oncología Clínica, dirigida por el Dr. Roberto Estévez, ambos números 1º en sus respectivas especialidades.
Dirige la carrera de Especialista en Oncología Clínica de la facultad de postgrado en Ciencias de la Salud de la Universidad Católica Argentina desde 1987.
Contribuyó a la organización de la carrera de Oncología en la Universidad Católica de Córdoba.
Es profesor de Cirugía de Postgrado de dicha Universidad y, actualmente es el Director de la carrera de Medicina de la misma.
Fue profesor titular de Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barceló con sede en Buenos Aires y La Rioja.
Es miembro de diversas Sociedades Científicas, entre ellas la Asociación Argentina de Cirugía, la Asociación Argentina de Cirugía Torácica, de Oncología Clínica y de la American Society of Clinic Oncology (ASCO) , miembro honorario de la Sociedad de Oncología del Perú y, ex miembro del International College of Surgeons.
Fue Presidente del Colegio Argentino de Cirujanos y de la Sociedad Argentina de Cirugía Torácica, entre otras.
Participó en diversos Congresos médicos en Argentina, América del Sur, Europa y Siria.
En 1997 creó y fue el primer Presidente del Capítulo Argentino de Oncología Quirúrgica bajo el ejido de la Asociación Argentina de Oncología Clínica.

También se desempeña como:
• Jefe del equipo de Cirugía Torácica del Sanatorio Otamendi y Miroli.
• Jefe del equipo del Departamento de Cirugía del Hospital General de Agudos "Doctor Enrique Tornú"
• Jefe del equipo de Cirugía Torácica del Instituto Clínico Quirúrgico de Investigación y Tratamiento Fleni y coordinador quirúrgico del Protocolo Nacional de Pulmón de la Fundación Doctor Estévez
• Continúa con su actividad docente y asistencial privadas.
Tiene numerosos trabajos y publicaciones presentados en el país y en el exterior.
Es autor de capítulos de libros de la especialidad.
Recibió diversos premios científicos y, la colectividad árabe de la República Argentina, le otorgó el premio Ugarit en Ciencias.
El nombre del premio tiene un alto contenido histórico ya que Ugarit, es una milenaria ciudad de Siria, donde los cananeos durante el segundo milenio antes de Cristo elaboraron en tablillas de arcilla el primer alfabeto con 29 signos fonéticos, que originaron la escritura moderna de todos los idiomas del mundo.
El Club Sirio Libanés de Buenos Aires y el Círculo de Profesionales Argentino Arabe, premiaron al doctor Hugo Said Alume, con la distinción Ugarit 2004 en la Categoría “A” de Ciencia. El acto se realizó en el Salón Dorado de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La génesis de este galardón se remonta al año 1990, momento en el que el Club Sirio Libanés de Buenos Aires resuelve la creación de la distinción para premiar anualmente a todos aquellos descendientes de árabes o árabes radicados en la Argentina, que se hayan destacado en alguna manifestación.



PREMIO “MAESTRO DE LA MEDICINA”
El Dr. Hugo Said Alume,  Director de la Carrera de Medicina de la Universidad Católica Argentina, el día martes 16 de junio de año 2015 a las 19 hs., recibió el premio “Maestro de la Medicina” en el Aula Magna de la Academia Nacional de Medicina – Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Este premio, auspiciado por La Revista Médica Argentina, se entrega anualmente. Son sus destinatarios tres personalidades de la medicina destacados por sus méritos éticos y científicos.
“El propósito de este premio es destacar la consagración de una trayectoria, la labor meritoria de toda una vida con el objetivo de exhibirlos ante las futuras generaciones para que éstas tengan modelos y ejemplos” – publica La Prensa Médica Argentina en su página.
No se otorga por un trabajo científico o por un descubrimiento, sino que se obtiene por el meritorio desempeño profesional de toda la vida. Los galardonados anualmente son tres, uno por cada una de las ramas de la medicina: un cirujano, un médico clínico y un especialista. La originalidad de su concepción fue ampliamente reconocida y actualmente, muchos reconocimientos intentan imitarlo.

La entrega de los Premios "Maestro de la Medicina Argentina" se realiza desde el año 1977.  La Prensa Médica Argentina -con el asesoramiento de instituciones representativas del quehacer médico nacional- distingue a los galenos que han cumplido con una relevante trayectoria que los hace acreedores del calificativo “Maestros”.

El motivo de que junio sea el mes en que se entregan, es por el mes del Aniversario de la fundación de La Prensa Médica Argentina pues su primer número se publicó el 10 de junio de 1914 cumpliendo este año 101 años de vida.
A partir de estos importantísimos reconocimientos, las futuras generaciones sabrán quienes fueron los grandes Maestros de la Medicina Argentina.
En esta edición 2015,  fueron galardonados los Dres.: 
Julio RAVIOLI, 
Jorge MARTINEZ
Hugo Said ALUME.
El acto contó con la presencia de las autoridades y miembros de la Academia Nacional de Medicina como así también con autoridades de las instituciones nacionales públicas y privadas más importantes, relacionadas con el ámbito de la salud.
Comenzó con las palabras de apertura a cargo del Presidente de la corporación acád. Roberto Pradier. Luego, el Dr. Marcelo Corti presentó a los premiados y se procedió a la entrega de la significativa medalla.
Luego fue el momento de las palabras de los homenajeados.



Hugo Said Alume ha probado con creces ser capaz tanto de brindar con humildad una clase magistral de cirugía ante el auditorio mejor calificado, como de intervenir con maestría a un modesto desconocido ingresado de urgencia a los quirófanos del Hospital “Tornú”. Es justamente esta elevada cualidad –lamentablemente cada vez más escasa en los tiempos consumistas e individualistas que impone la globalización que nos ha tocado vivir– la que rescatan sus colegas, sus amigos, sus alumnos y los pacientes a quienes salvara la vida o aliviara el sufrimiento: el que dedicara sus mayores esfuerzos a elevar los estándares de la salud y la educación pública argentina .
Este modesto cirujano sanluiseño, de expresión concentrada, hablar pausado y admirable claridad de pensamiento, se forjó bajo los principios éticos de la solidaridad, la honestidad y el respeto por el paciente.
Entendió cabalmente lo que su profesión tiene de sacerdocio.

Bernardo Neustadt escribió:Frente a mi cama lo tengo al Dr. Hugo Said Alume director de cirugía torácica que en el Otamendi dirige mi rehabilitación: “Bernardo le quería contar algo: “Mi padre nació en Malula (Siria), un pequeño pueblo cristiano donde se habla el arameo, el idioma de Cristo. Yo lo definía como «un santo laico». Ya jubilado de sus negocios, por instancia de mis hermanos, que querían liberarlo de su fatigada vida de trabajo, se dio a plantar una viña de 20 ha. Y la llenó de árboles frutales. Entre ellos nogales. “En un recorrido en el que lo acompañaba, un empleado le dijo: «Don David, ¿para qué planta nogales?». Mi padre me miró y esbozó una sonrisa (los nogales tardan 10 años en dar sus frutos y el empleado le expresaba su inocente advertencia). Varios años después y recogiendo la cosecha de las primeras nueces, mi padre me recordó el episodio y agregó: «Hay que plantar nogales. Hay que sembrar esperanzas». “En esta hora de incertidumbre donde nos duele nuestra argentinidad, debemos preservar nuestra salud mental, reconfortar nuestros espíritus, fortalecer nuestra misión solidaria, ayudar a la gente, aprender a querernos y respetarnos. Ser lo más digno posible para acometer esta formidable crisis. Plantar nogales, sembrar esperanzas.”

Los quinenses, orgullosos de los logros alcanzados por un hijo de nuestro pueblo, no dudamos que en el renglón donde se escriben los grandes nombres de la cirugía torácica argentina contemporánea hay un espacio indiscutible para el profesor doctor Hugo Said Alume.

Es el primer Ciudadano Ilustre que declara el Concejo Deliberante de Quines.
El homenaje se realizó el día 12 de noviembre de 2009 en la Escuela Nº 50 al que asistieron muchísimos invitados.
Incorporo la resolución:

RESOLUCION N° 02/05 DEL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE LA MUNICIPALIDAD DE QUINES
QUINES 17 DE MARZO DE 2005

VISTO:

La situación de grandes cambios que nos presenta este comienzo de siglo, nos obliga a mantenernos en un constante movimiento, los avances que a pasos agigantados se nos presentan impiden muchas veces el poder asimilarlos, a este estado de cosas, ante esta vorágine con la que diariamente debemos enfrentarnos, se suma el cambio de valores que sufre nuestra sociedad en su conjunto, esto va determinado que ante la rutina feroz, donde se impone la supervivencia del mas fuerte, sean cada vez menos importante los valores que nos han sido inculcados, que hacen a nuestra propia esencia como pueblo, y que nos trasforman en algo más que un mero grupo, es decir, de todo aquello que nos hace sentir que pertenecemos a un cierto lugar, que nos da esa identidad, que nos vincula como miembros con intereses comunes, con un destino que solo haremos entre todos, al que no podremos llegar con el individualismo atroz que caracteriza esta época.
Este es el marco, esta es la realidad que hoy nos toca a toda nuestra sociedad y frente a la que surge una sola alternativa, desvincularnos totalmente y dejarnos llevar impávidos por este individualismo que se cierne como el pilar de éste tiempo, o volver a las raíces, a lo que creemos, a lo que sentimos, a buscar nuestros vínculos con el lugar al que pertenecemos.
A esta tarea la debemos realizar entre todos, ya no hay lugar si queremos recuperarnos como grupo de iguales, para los intereses mezquinos, no hay ya tiempo para las mezquindades de ocasión, debemos, estamos obligados a volver la mirada hacia nosotros, hacia los ejemplos de quienes con solidaridad, no han olvidado a donde pertenecen a pesar de los logros obtenidos, realzar estos valores presentes en personas que mediante su hombría de bien nos demuestran, que las metas individuales no necesariamente se consiguen en desmedro de las raíces, es nuestra obligación, la trayectoria profesional del Doctor HUGO SAID ALUME es un ejemplo de ello y en este marco surge como impostergable la necesidad del reconocimiento de parte de su pueblo, a quien ha marcado el camino por el que hoy, todos los hijos de esta tierra deben transitar, solo así lograremos el crecimiento, solo así volveremos a entender el verdadero significado de palabras que se nos han vuelto comunes pero que nos marcan a fuego, solo así cobraran sentido nuevamente las palabras, amigo, familia, y sobre todo Quineños.


CONSIDERANDO
Que la salud es el bien más preciado con el que cuenta la humanidad, ya que sin ella todos y cada uno de los logros, posesiones y demás, carecen de sentido, si hasta la libertad misma se subordina a su presencia, por que ante su carencia, todo se vuelve aciago, los horizontes se oscurecen y el devenir del mundo pierde importancia, es en esos momentos que la labor de quienes dedican sus vidas al cuidado de sus semejantes se agiganta, y el valor de la Medicina cobra su verdadero significado y que importancia tiene para quien se encuentra en ese momento de incertidumbre, que la palabra Médico se traduzca en la de amigo, y encontrar la mano que tendida firmemente ofrece su ayuda, es por ello, la gratitud infinita, es por ello, la necesidad de brindar el reconocimiento a personas como el Dr. HUGO SAID ALUME , cuya trayectoria al servicio de la ciencia médica, reconocida en distintos ámbitos de la República se ha proyectado en la ayuda solidaria a numerosos miembros de esta comunidad y del país todo.
Que es indiscutible, a la luz de los reconocimientos y honores que ha recibido a lo largo de su extensa carrera, que la salud de sus semejantes ha sido quizás su meta más preciada, demostrando con su labor y vocación de servicio solidario, lo que con tenacidad, deseos firmes y fuertes convicciones pueden lograr los hombres de bien, constituyéndose sin lugar a duda alguna, en un ejemplo digno de imitar que se eleva en el firmamento puntano
Que luego de lograr el éxito profesional, no ha olvidado ni por un momento su sentido de pertenencia a esta tierra, a sus comprovincianos y cuanto menos su condición de Quineño, bastando a quienes solicitaron su ayuda, en esos momentos difíciles donde la perdida de la salud se erige como un muro infranqueable, mencionar solo su procedencia, mencionar solo “Quines” para que este buen doctor hiciese lo que a su alcance podía, tendiendo una mano amiga.
Que los Homenajes póstumos son palabras vacías cuando han podido ser pronunciadas en vida. ¿De qué sirven los reconocimientos si ya es demasiado tarde para dar las gracias? Y en este punto, este HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE, no quiere ser un espectador ante los acontecimientos, por el contrario la acción debe ser su bandera, y por lo tanto no solo quiere, sino que está obligado a realizar este homenaje ¡POR QUE ES QUINES QUIEN LO RECLAMA PARA UNO DE SUS HIJOS! , que ha servido a sus semejantes conduciéndose con un sentido de la ética y la solidaridad incuestionable, y que en sus éxitos y logros, jamás lo ha olvidado.

POR ELLO : EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE DE LA MUNICIPALIDAD DE QUINES EN QUORUM LEGAL Y EN USO DE LAS ATRIBUCIONES QUE LE SON PROPIAS SANCIONA CON FUERZA DE:

RESOLUCIÓN:
ARTÍCULO PRIMERO: EL Honorable Concejo Deliberante de Quines Provincia de San Luis, en uso de sus atribuciones resuelve: DECLARAR AL DOCTOR HUGO SAID ALUME “CIUDADANO ILUSTRE DEL PUEBLO DE QUINES”.
ARTÍCULO SEGUNDO: Convocar al Sr. INTENDENTE DE LA MUNICIPALIDAD DE QUINES a participar del mencionado homenaje.
ARTÍCULO TERCERO: Entregar al doctor Hugo Said Alume UNA PLAQUETA RECORDATORIA CON LA MENCIÓN DE CIUDADANO ILUSTRE DE QUINES en nombre de este Honorable Concejo Deliberante y Pueblo de Quines
ARTÍCULO CUARTO: Entregar al doctor Hugo Said Alume una copia de esta resolución.
ARTÍCULO QUINTO; Comuníquese , Publíquese y Archívese.

Autor e Iniciador del Proyecto: Marcelo Edgar de Dio


El Concejal Marcelo de Dio fue el encargado de leer las palabras alusivas que fueron estas:

Decía alguna vez una tonada, que un Quineño, hablando de aquellos que se fueron del pago en busca de esperanzas, largó al aire un verso, que quedó por siempre en el alma, ese verso decía “mi madre ansiosa me espera y quiere en sus brazos volverme tener” y hoy es ese día, el hijo ha vuelto y Quines, esa madre que siempre espera, ha hecho silencio para abrazarlo y decirle, hoy queremos humildemente devolverte algo, de lo mucho que hiciste por los nuestros, por los tuyos.
Hoy, en este día, se que su corazón siente guitarras hermanadas en una tonada, con sabor a cerros que inundan los oídos y aprisionan el corazón, porque hablan de la tierra, de su tierra, de Quines, que hoy le rinde a Usted un merecido homenaje, dejando que los ecos de este momento tan especial, los lleve el viento en sus susurros de esperanzas, cuando presuroso corra desde las sierras hasta el llano.
Hoy Dr. Hugo Alume, no es mi voz la que se escucha, hoy es Quines quien le habla, hoy son los canales de antaño, sus siestas de gomera, su antigua escuela Julio A. Roca actual cincuenta, las tardes de paseo en la plaza, los bailes de carnaval y sus disfraces, en fin, sus raíces, las mías, las de todos, que se han convocado también y dicen, ¡gracias!, porque con su trabajo, ha hecho que Quines, hoy trascienda y nos conozcan.
Esta noche como decía el poeta Agüero, …pido silencio, pues voy a nombrar guitarras, …y esta noche, estoy seguro, que el cerro horqueta esta en silencio, el Zapallar calla expectante, la Plaza Vieja, la Estación, Belgrano, Pringles, Cuatro de Junio, la Banda Este, los canales, la Piedra Baya, las chicharras en los algarrobos, …Quines todo, se hace eco del silencio que pidió el poeta, para rendir homenaje al hombre, al médico solidario y así, esta noche, estos lugares, estos pedazos del alma puntana, estos vestigios que se graban y se imprimen tras generaciones en el alma de cada uno de los Quineños, se transforman en recuerdos y nos llevan a la infancia, a la suya, a la mía, a la de todos y están aquí con nosotros para decir, gracias.
Quines, también es el pueblo, donde viajeros llegados de lejanas tierras de Oriente, decidieron un día, depositar sueños y plantar nogales, con la convicción firme de que las generaciones venideras, recogerían los frutos de las esperanzas, que en este suelo puntano, hace muchos años plantara.
Por eso Este pueblo, hoy rinde su homenaje, a quien con fervor, optimismo y bondad, plantó nogales de esperanza, en cada uno de aquellos, que en el transcurrir de la vida, cuando la salud los abandonó, en los momentos más duros, encontraron al amigo de corazón generoso, que hoy nos convoca.
Por eso, hoy, me atrevo a decir, que la cita es con un amigo. Ya que la mano segura y fraterna en los momentos adversos, es la mano de un amigo.
Hoy, lo indefinido adquiere un rostro y un nombre.
Hoy, es el día del justo reconocimiento.
Hoy, es el homenaje para el amigo. ¡Gracias Hugo Said Alume!
Hoy, Quines, tu pueblo, te saluda.



El 24 de junio de 2011 el Dr. Hugo Said Alume vino a nuestra localidad con motivo de la reinaguración del Laboratorio de Biología del Instituto San José al cual se le impuso su nombre.

Un evento más realizado por el Instituto San José en el Año Jubilar fue este y contó nada menos que con una de las personas más reconocidas de nuestro pueblo a nivel nacional.
El emotivo acto contó con la presencia de los alumnos del Instituto, familiares y vecinos de la localidad.





Imposición de su nombre al laboratorio de biología en el Instituto San José:







Finalizado el acto nos dirigimos al salón de eventos en donde brindó una charla de su relación histórica con la localidad y lo mostró en una presentación de PowerPoint que gentilmente me cedió para mostrarlo en esta página.
A medida que la presentación avanzaba esto fue diciendo:

Esta pintura data del año 1950 y para los que peinan canas, no se si recordarán que esta es la casa de Felipe Aquín, ubicada en la Plaza Vieja (Plaza del Niño). Fue pintada por un riojano que se apostó en esa esquina y hay está en un lugar privilegiado de mi casa y la conservo con gran afecto.


El Dr. Braulio Moyano, hijo de nuestra provincia y nacido en Villa Mercedes, fue el descubridor anatómico del mal de Alzhéimer. Recibió un importante premio en Neurología.
Paradójicamente se puede decir que vivió y murió en este Hospital; el Hospital Nacional Neuro-Psiquiátrico de Mujeres.


La Dra Carolina Tobar García a quién alcancé a conocer, fue la más eminente profesional que tuvo nuestro pueblo. Este el Hospital Infanto Juvenil que lleva su nombre.



GENTE DE MI PUEBLO INCORPORADO A MIS VIVENCIAS
• Juan B. Turri: Juancito trabajó en mi casa y vivió allí. Fue una persona que quise mucho y de alguna manera fue como mi padre. Murió en 1962 de un linfoma.
• Gilberto Tobar García: Estábamos un día en el patio de casa y entra el “Chofer” (como siempre se le llamó a Sinibaldo Tobar), con un pañuelo en los ojos llorando por que habían matado a su tío Gilberto.
• Benito Rodríguez Cejas: Benito fue mi amigo y su currículum es extenso.
• Padre Juan Ogrin
• Dositeo Agüero: Siempre recordaré cuando “Baroja” entraba a la casa. Tenía un porte admirable, medía un metro noventa y vestía botas, bombacha y sombrero. Tenía que entrar agachado.
• Eulalio Rosales:
• Juanchilo : Era el escudero de mi padre. Nos esperaba a la salida de la “Boat” Astral (como le había puesto “el Chofer” al club) en años en que se podía dormir con las puertas abiertas, andar libremente y jugar en la calle sin ningún tipo de preocupaciones. Hoy el flajelo de la droga da un panorama oscuro y terrible. “Juanchilo” nos esperaba para tomar mate a la madrugada.
• Muchango: El hombre niño. Cuando se aplaudía en alguna ocasión sus aplausos eran los que más se escuchaban.
• Pancho Rodríguez: Me enseñó a jugar al ajedrez y si había alguien que era amigo de los niños era él.
• Lucía Magnano: Mi primer año lo cursé en donde hoy es el Club Atlético Unión Quinense. El primero superior lo hice en la escuela Julio Argentino Roca. En ese momento las escuelas no tenían número, solo nombre.
• José Santos Ortíz: Fue médico en nuestro hospital y según tengo entendido el único candidato a Gobernador de la provincia de San Luis que tuvo Quines.
• Mis Maestros: Cila Mercado en primero; La Srta. Mayorga en primero superior; Alba Díaz y Blanca Vallejos en cuarto; Di quinto grado libre y en la mesa examinadora estaba “Lalo” Rodríguez y Lucía entre otros.
• Mis Amigos

Luis Perlotti fue un escultor que realizó importantes obras como “El manzano de Tunuyán” y en Quines sus esculturas son el busto de Sarmiento que está en la plazoleta yendo a la plaza vieja y que mi hermano inauguró y el Monumento a la Madre que está en esta plaza del centro. Fue este hombre el responsable de que haya conocido a mi esposa, fiel compañera que me acompañó en todo.
Cuando fui al Hospital Enrique Tornú vi que el busto estaba realizado por Luis Perlotti. Allí dije con satisfacción: “Dios mío, este es mi lugar en el mundo”










PERTENENCIA
“La expresión máxima de una institución es el sentido de pertenencia de sus integrantes y la identificación con su historia”.
Hay que plantar nogales, hay que sembrar esperanzas
“En esta hora de incertidumbre donde nos duele nuestra Argentinidad, debemos preservar nuestra salud mental, reconfortar nuestros espíritus, fortalecer nuestra misión solidaria, ayudar a la gente; aprender a querernos y respetarnos. Ser lo mas digno posible para acometer esta formidable crisis”.
Plantar Nogales – Sembrar Esperanzas
Esta frase me acompañó en la vida. Escribí esto hace años en homenaje a mi padre y veo que el texto todavía tiene vigencia. Espero que algún día estas palabras pierdan esa vigencia y las pueda borrar.
Nuestra madre tenía una vaca y Juanchilo iba a buscar leche y ese era nuestro desayuno. Ella con sabiduría infinita supo cuidarnos de las vinchucas. Instintivamente nuestra madre nos protegió cuando todavía no se sabía casi nada de la enfermedad.
Este es un homenaje a ella:

HOMENAJE A UNA MADRE – ELVIRA

1919, la gripe española segaba a su madre. Ella tenía 2 años y 2 hermanitos de 3 y 1 año
respectivamente. Su madre una libanesa, bella y muerta a los 19 años.
Su padre un sirio de Damasco. Los pesares y angustias propias de un abandono. Sus recuerdos: las peleas con su madrastra que aparece en sus vidas y luego la sucesión de 7 hermanos por parte de padre, su inclusión en un convento de monjas, la anécdota contada con risa hasta las lágrimas, cuando su madrastra insulta a su madre y ella la amenaza con que su madre va a venir a la noche y la va a tirar de los pelos. En complicidad con sus hermanos y en horas de la madrugada se introduce en el aposento de su padre y acurrucada en el respaldar de la cama, bruscamente le tira de los pelos, cumpliendo la amenaza divina y sale furtivamente ante el clamor, el susto y el horror al misterio, mientras profería en árabe una letanía de miedo y espanto.
A los 14 años se casa, su esposo (David) 16 años mayor. La protege – la cuida- la respeta. A los 20 años ya había tenido a sus cuatro hijos. Crece con ellos – juega con ellos.
En ese lejano pueblo de Quines –al norte de San Luis- en la primera mitad del siglo veinte. En un mundo insospechadamente diferente con un cielo límpido y transparente; donde en verano, dormían bajo la celeste frazada, en los sueños luminosos a cielo abierto, durante el prolongado estío. Sin los impiadosos mosquitos ni el rocío húmedo de la madrugada.. Placer vital e incomparable.
Una caldera a vapor, alimentada a leña y agua, proveía de luz eléctrica al pueblo de las 20 a 24 hs., con lamparitas o focos colocados en las esquinas. Como era excepcional que se portara reloj de pulsera, desde la usina daban la señal de la luz, media hora antes de las 12 hs. y consistía en bajar la luminosidad hasta casi apagarla, señal que marcaba el retorno de la gente a sus hogares. Salvo los noctámbulos a la luz de la luna.
Por ende, no había ningún artefacto eléctrico, salvo una hermosa radio RCA Víctor, enorme como una capilla que funcionaba a la noche sintonizando radio El Mundo-Belgrano-Splendid.
Durante el día las radios a baterías (como las de los coches) permitían escuchar los partidos de fútbol, relatados por Fioravanti, o los bailables de radio El Mundo. El agua en la tinaja, las fiambreras cercando la carne, la cocina económica a leña. Las barras de hielo.
Sus hijos retrospectivamente, revalorizan a ésta mujer (amiga-compañera madre) quien en un remoto pueblo –aislado- sin comunicación ni teléfono, inserto en una provincia que padecía fuertemente la Brucelosis y el Chagas . Sin existencia de Educación para la Salud, sin información periodística sobre los aspectos preventivos de las enfermedades, ni tampoco información a la comunidad. Por sabiduría natural, por intuición, por espíritu protector de madre, ejerció naturalmente, medidas de prevención que preservaron a sus hijos de estas enfermedades.
Recuerdan la presencia siempre de la vaca única y renovada, criada y alimentada en el potrero, que proveía la leche diaria. El recuerdo de los días domingos, desarmando las camas, mientras derramaba agua hirviendo sobre los flejes del elástico y el plumero prolongado, limpiando los ángulos diedros del techo y los rincones. Todos fueron indemnes a éstas dos plagas que asolaban al país. El Chagas sigue siendo un desafío a las autoridades sanitarias y políticas y símbolo de atraso, desidia e irresponsabilidad, casi 70 años después.
Trabajó a la par de su marido. La gente del pueblo la quería y respetaba, fue madrina de centenares de chicos y hasta una tribu gitana que acampaba temporariamente en el pueblo, en el ambular típico y nómade de esta raza, la eligieron de madrina de Bautismo. Cada tanto recibía de cualquier lugar inimaginable, la foto de su ahijado y la familia numerosa que lo rodeaba.
Luchó junto a su esposo para educar a sus hijos. En el pueblo el primario sólo se extendía hasta cuarto grado. Uno a uno fueron enviados con el destino de realizar el primario completo a Villa Mercedes (San Luis), a Villa Dolores (Córdoba) a San Francisco del Monte de Oro, donde Sarmiento fundó su primer escuela en 1826 y luego continuaron el secundario, en Villa Mercedes (San Luis), Villa Dolores (Córdoba), San Francisco del Monte de Oro (San Luis) y San Luis.
Era la gallina clueca con sus hijos que en las fiestas y en los recesos retornaban cada uno de su lugar con el jolgorio del encuentro y la alegría de los largos veranos.
Incorporó a una hija adoptiva desde la cuna quien fue educada y tratada como sus hijos. Ella la acompañó en su lecho de muerte, con el cariño redoblado de los niños abandonados que reciben ternura y amor.
Uno de los hijos acudió a la llamada urgente por complicaciones de su fractura de fémur Luego de un azaroso viaje, ingresó en horas de la madrugada a la habitación sanatorial y encontró la cama vacía. Su madre había muerto. Un sentimiento encontrado, sacudió su espíritu. El dolor de la muerte de su madre le mostró la sucesión caleidoscópica de su vida y el símbolo de lo que significó para ellos. Y en el fondo de su corazón el alivio de la muerte intempestiva que se adelantó al deterioro de su mente, cuya diabetes solapadamente fue marcando sus consecuencias y su final.

Finalmente terminó la presentación con estas consignas de vida de Pasteur Valery:

 El médico debe tratar de ser lo mas sabio posible.
 Tener el alma limpia.
 Las ideas claras.
 Y el corazón sensible a la Piedad.






ANEXO
El día 14 de noviembre de 2003 se presentó un proyecto de declaración caratulado como 5560-D-03 con motivo de la nominación del Dr. Alume como Médico del Año 2003:



Proyecto de declaración
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
1. Manifestar su beneplácito por la nominación del doctor Hugo Said Alume –destacado médico cirujano, docente, investigador y académico sanluiseño de reconocido prestigio nacional– al Premio “Médico del Año 2003” que otorga la Asociación Médica Argentina y que lo hace merecedor del reconocimiento de la Nación en mérito a su trayectoria ejemplar como médico y educador, a su incansable lucha por elevar los estándares de la medicina argentina y al inestimable aporte brindado al país en el campo de la salud pública.
2. Por Presidencia háganse llegar al profesor doctor Hugo Said Alume las felicitaciones correspondientes, adjuntando copia íntegra de este proyecto, el que también deberá ser remitido al Hospital General de Agudos “Doctor Enrique Tornú”, a la Universidad Católica Argentina, al gobierno de la provincia de San Luis y a la Municipalidad de la localidad de Quines, provincia de San Luis.
José A. Mirabile. – José G. L’Huillier. – María A. Torrontegui
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Importa un acto de estricta justicia que este cuerpo, en el que se encuentra representado el pueblo de la Nación, distinga a aquellos ciudadanos que con su silenciosa y esforzada labor en cualquier especialidad del campo de las ciencias contribuyen diariamente al engrandecimiento del país. La distinción seguramente será doblemente merecida si ese reconocimiento tiene por destinatario a un hombre nacido en una pequeña localidad del interior de esa Argentina ignota, que merced a su talento natural, a un esfuerzo permanente de perfeccionamiento y a una inclaudicable vocación de servicio ha sabido hacer de la medicina una profesión humanitaria por excelencia, y de la honestidad intelectual y de la ética profesional un principio de vida.
El profesor doctor Hugo Said Alume es un prestigioso médico y docente que nació en Quines, un pequeño pueblo de la provincia de San Luis. Descendiente de inmigrantes sirio-libaneses, recibió de sus padres, modestos comerciantes de provincia, las dos enseñanzas más importantes de su vida: comportarse de acuerdo a principios éticos y trabajar al máximo para lograr los objetivos que uno se propone cumplir, sin especular con recompensa alguna.
Cursó sus primeros estudios y el nivel secundario en escuelas públicas de San Luis, donde descubrió su temprana vocación por la medicina. Obtenido el título de médico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, se especializó en cirugía oncológica y cirugía torácica, ingresando como cirujano al Hospital General de Agudos “Doctor Enrique Tornú”, centro al que jamás abandonó y en el cual se desempeña hasta la fecha.
Sus méritos no sólo encuentran justificación en el abultado currículum que se acompaña como parte integrante de este proyecto, y que ha sido considerado por la Asociación Médica Argentina para su nominación: es jefe del Departamento de Cirugía del Hospital General de Agudos “Doctor Enrique Tornú”, jefe del equipo de cirugía torácica del Sanatorio “Otamendi y Miroli”, jefe del equipo de cirugía torácica del Instituto Clínico Quirúrgico de Investigación y Tratamiento “Fleni” y coordinador quirúrgico del Protocolo Nacional de Pulmón de la Fundación “Doctor Estévez”. Fue fundador y primer director de la Escuela de Medicina de la Universidad del Salvador y creador, en el año 1976, de las carreras de oncología y de cirugía cardiovascular en dicha escuela.
Su sobresaliente pericia quirúrgica ha estado unida indisolublemente a una fecunda tarea docente en renombradas universidades públicas y privadas del país, entre las que se cuentan la Universidad de Buenos Aires, la Universidad del Salvador, la Universidad Católica Argentina y el Instituto Universitario en Ciencias de la Salud Fundación “H. A. Barceló”. Dicha tarea se vio complementada con la publicación de numerosos artículos y obras de su autoría inerentes a la especialidad que practica, como asímismo con la participación en los diferentes estudios de postgrado y perfeccionamiento profesional que registra en su haber.
Ha ocupado las presidencias del Colegio Argentino de Cirujanos (1987), de la Asociación Argentina de Patología Torácica y Tisiología (1992) y del Capítulo Argentino de Oncología Quirúrgica (HOAC), siendo reconocido como miembro activo de múltiples asociaciones profesionales y académicas, tanto del país como del exterior.
Este modesto cirujano sanluiseño, de expresión concentrada, hablar pausado y admirable claridad de pensamiento, se forjó bajo los principios éticos de la solidaridad, la honestidad y el respeto por el paciente. Entendió cabalmente lo que su profesión tiene de sacerdocio y aprendió lo que, en concepto de Bockus, debe ser un “médico integral”: aliviar el sufrimiento, es decir lo que constituye la práctica médica; instruir en la ciencia y el arte de la medicina a otros, o sea la enseñanza; aportar conocimientos a los existentes en medicina básica y clínica, que constituye la investigación; y mejorar las condiciones humanas en el campo espiritual, en el amplio sentido de la medicina social.
Solía repetir el inolvidable maestro René Favaloro que “la vocación de médico es la profesión más noble que se puede elegir, no lo digo porque sea médico. Creo que no existe nada mejor que practicar la medicina y ayudar a la gente en los momentos difíciles, como cuando está enferma. Es una sensación infinita: la vocación de médico está dada para aquel que tenga la facultad de entregarse a sus semejantes en un momento muy difícil. Cuando estamos enfermos nos damos cuenta de lo difícil que nos resulta la falta de salud. No existe profesión más digna, más humana, más llena de amor y de amistad, es un sentimiento muy profundo”.
José A. Mirabile. – José G. L’Huillier. – María A. Torrontegui.
A la Comisión de Acción Social y Salud Pública.


Enlaces consultados:






http://www.prensamedica.com.ar/pre_ini.html





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